TANTRA
TANTRA
9 enero, 2014
En el marco de la IV edición del festival, dentro de la sección de video-creación, experimental y videoclip, tuvimos el placer de tener obras que reclamaban ser vistas por su fuerza audioviosual o conceptual, como es el caso de la obra «TANTRA» de Meritxell Checa.
TANTRA, es un video que habla de la sexualidad y de lo que ésta puede llegar a desvelarnos sobre nosotros mismos. Para ello utiliza el lenguaje del cuerpo y la expresión de éste, para adentrarnos en la psicología de un personaje que mediante una acto sexual nos deja ver su lucha interior contra sus propios demonios.
Bajo la idea de la prostituta sagrada observamos a un personaje que asume su sexualidad de una manera cotidiana; experimenta la carne y el placer que ésta le procura y lo hace de una manera generosa y natural. Pero incluso para alguien que vive la sexualidad de una manera abierta y honesta, ésta no resulta ser tan sencilla, ya que la sexualidad, tal y como nos plantea George Bataille, jamás es sencilla. La sexualidad nos lleva a los extremos, los extremos del bien y del mal. La continuidad de dos cuerpos que se unen es perfecta tan solo en esa continuidad, pero su vida es caduca y mortal pues dura tan solo un segundo y, por ello, es capaz de llevarnos a los infiernos. Amar, sentir, follar. Lenguajes peligrosos del todo o del nada, que nos llevan a la plenitud y al vacío.
Como esa prostituta sagrada, el personaje de nuestro video ama, siente y folla; dando y siendo generosa a cada paso y muriendo, así, cada vez un poco; ya que tan solo la muerte puede ser nueva esperanza hacia la continuidad, ése estado sublime del ser.
Edición & Dirección_ Meritxell Checa
Cámara & Fotografía_ Sharon Lomanno
Composición Musical_ Pierre Le Bourgeois
El marco teórico del video parte de la idea del tantrismo. El sexo tántrico es una parte del Taoísmo que nos enseña como utilizar el sexo para elevar la energía vital del cuerpo y no perderla como ocurre en las relaciones sexuales convencionales.
Considera que la energía sexual es la más poderosa que poseemos y que gracias a ella podemos regenerarnos obteniendo más salud, creatividad y energía en nuestros cuerpos/mentes.
El placer embota e incluso embrutece a algunos, pero si se sabe tomar como trampolín, ayuda a elevar la consciencia.
Uno de los placeres que más compulsivamente se persigue y más puede llegar a aturdir es con frecuencia el sexual, que se vuelve así, al convertirse en obsesivo, en un obstáculo en el camino de la autorrealización. Pero la filosofía del Tao lo convierte en aliado, al poder vivirlo con consecuencia lúcida y entendimiento correcto, y así sacraliza la sexualidad y la convierte en erótica mística.